Reflexión que nos surge en Ronda en el año 1965, en el barrio que daba nombre al Colegio de Nuestro Padre Jesús, en cuyo modesto barrio iniciamos nuestra andadura en el magisterio público, recién terminada la mili y antes de nuestro "destierro" a tierras de la Alcarria.
6 .- ¡BUENAS NOCHES, ESPERANZA!
¡Buenas noches, esperanza!
Esperanza de encender la televisión a la hora de su Telediario y deje de aparecer l político de tuno, ni por equivocación, y de no presenciar escenas bélicas o terribles secuencias de matanzas a manos d un loco o macabras filmaciones de accidentes; de no encontrarme con manipuladas informaciones acerca de conflictos laborales, huelgas o manifestaciones; de que no nos hablen de ETA, GRAPO, IRA y otras organizaciones sembradoras de muerte; de no oír hablar del poder del dólar, de robos y asesinatos, de alarmantes cifras de paro... Claro, pero entonces nos podríamos preguntar qué sería noticiable para un informativo. Y nos gustaría ve a hombres y mujeres no tan importantes en el mismo, nos agradaría ver firmar la paz en Beirut o en El Salvador, o de la maravillosa entrega de locos diferentes a los antes señalados en favor de los más desheredados, o la aparición en toda la pantalla un cartel señalando de que el fin de semana no se ha producido ningún accidente en nuestras carreteras; o de la existencias de organizaciones cuyas siglas y proceder simbolizan la paz, la solidaridad entre los hombres y los pueblos, o de estadísticas de bienestar , de superación del analfabetismo, de trabajo real para todo el mundo - sin olvidarse de las mujeres -, de reparto de bienes entre los menos afortunados por parte de los "ricos y "poderosos". Claro que también nos gustarían los telediarios así..
Esperanza de leer la prensa y encontrar más objetividad, de menos titulares y si es posible ninguno catastrófico, menos contenido partidista y derrotista; ausencia de noticias de destrucción y muerte, de escándalos ajenos y no de los propios, de pornografía infantil y erotismo, de faltas de respeto continuos con los semejantes, de mentiras interesadas, de fotografías trucadas, de tanto personaje aparentemente importante, de tantas frases bien o mal dichas en razón del oidor que las escuche, de tanto papel mojado y tanta tinta derramada; de tantos salvadores del mundo, de tantos bufones y marionetas de la letra impresa... Claro que entonces nos podríamos preguntar que quedaría como noticiable. Y quizás nos agradaría leer noticias menos trascendentes y de verdad, de entrevistas a hombres que puedan ser ejemplos para todos, llenos de saber, sinceros y sencillos, historias edificantes y ver fotos de niños jugando tranquilamente en la calle, mujeres paseando con sus bolsos y charlando sin agobios ni prisas, de ancianos sentados en los bancos de los parques públicos leyendo el periódico o recordando los tebeos de su infancia. Y enterarnos de que ya no hay animales en peligro de extinción. Y que hay muchísimas dificultades para elegir, debido al gran número de personas merecedoras, para ganar el premio de la paz. Y conocer que ha desaparecido la contaminación de nuestras ciudades y que se repueblan de árboles grandes extensiones de terrenos en todos los rincones de nuestro planeta que purifiquen nuestra atmósfera, que se destinarán todos los presupuestos de defensa para paliar el hambre del mundo y que el hombre está decidido a salvarlo y salvarse también.
¡Buenas noches, esperanza!
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