41 .- A CLEMENTE TERCERO
No sé quién te regaló,
arquita llena de risas,
que repartes por doquier,
de manera gratuita,
a cambio de una mirada,
de unas palabras sencillas,
de unos gratos arrumacos
o de otra cualquier cosilla.
No sé quién te regaló,
ojos celestes de mar,
mirada de dulce ángel,
trasparencia de cristal,
que al contemplar nos parece,
venida del más allá,
peladilla de azul cielo,
golosina celestial.
No sé quién te regaló,
saleroso cuerpecito,
movilidad, desparpajo,
inquietud de duendecillo,
que piden brazos de acero
o de fuerte hierro fundido,
capaces de soportar,
viveza de sano niño.
arquita llena de risas,
que repartes por doquier,
de manera gratuita,
a cambio de una mirada,
de unas palabras sencillas,
de unos gratos arrumacos
o de otra cualquier cosilla.
No sé quién te regaló,
ojos celestes de mar,
mirada de dulce ángel,
trasparencia de cristal,
que al contemplar nos parece,
venida del más allá,
peladilla de azul cielo,
golosina celestial.
No sé quién te regaló,
saleroso cuerpecito,
movilidad, desparpajo,
inquietud de duendecillo,
que piden brazos de acero
o de fuerte hierro fundido,
capaces de soportar,
viveza de sano niño.
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