jueves, 6 de junio de 2024

VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992

 
MARTES, DÍA 11 DE AGOSTO

UNA VERDADERA TRAMPA

                    La verdad es que uno tiene la sensación de  haber sido atracado por el orden público. Partiendo de la realidad que existen esas limitaciones de velocidad en determinadas carreteras que difícilmente se cumplen por diferentes razones.
                    Por lo visto el Sr. Solchaga, que ahora tiene mucho que ver con el tema del dinero, habrá dado un toque de atención a Tráfico, a sus agentes, porque se recauda poco y estos llevan una temporadita que no dejan de pasar ni una.
                    Veníamos de Portugal, esta es otra cosa y me dice Adela por qué vas tan despacio. Pasada la entrada a Ayamonte, a unos 2 ó 3 Km. hay un cambio de sentido y de giro para entrar en un pueblo, a unos 15 Km, que se llama Villablanca, con sus indicadores correspondientes de limitación de velocidad y te encuentras a los agentes en un cambio de rasante y en una recta sin peligro alguno. El policía no indica la parada y aquí entra también el asar e incluso el peligro. Nadie cumple la indicación; pero los agentes no puede parar a todos mientras reciben comunicación de otro coche e imponen las oportunas y correspondientes multas. Azar porque son muchos más los que escapan de ellas. Peligro porque si detuvieran a todos podría existir el riesgo de posibles colisiones y capricho, porque paran a uno y a otros no. ¿A cuáles paran? Allí estábamos, coincidencias aparte, coches con matrículas ajenas a Sevilla y Huelva, ¿Y por qué no están en donde verdaderamente está el peligro?, lógicamente, para evitarlo.
                    Hay que atracar, y esto no me lo quita nadie de la cabeza. Ïbamos a 77 km, en lugar de 60, y nos multaron con 20.000 pts. Entramos en el capítulo de los desafortunados, por azar o porque así es la vida en la carretera. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario