JUEVES, DÍA 6 DE AGOSTO
OTRA SALIDA
¡Qué estupidez, lo reconozco, algunos de mis comentarios!
Principalmente el que supone una excusa para no ir de vacaciones como es habitual. Como uno de mis hijos no ha aprobado, digo: este año no vamos a ningún sitio para que él tenga la sensación de que nos castiga, y además lo castigamos a él también.
Y cuál es la realidad. Primero, como mi mujer está trabajando y habiendo ya superado aquellos primeros días que estuvo a punto de tirar la toalla y que nos hubiera obligado a salir de vacaciones como todos los veranos, con o sin aprobados, y ya parece que ella lo lleva bastante bien. Segundo, que de castigo nada, pues Daniel ya se fue unos días a Punta Umbría con unos amigos y que hoy mismo ha salido con sus primos y con su hermano para pasar otros cuantos de día en Isla Cristina.
Alejandro, por su parte, estuvo en Fuengirola hace unas semanas y ahora vuelve a formar parte de otra excursión a la misma localidad. El único que no ha salido este verano es el mayor, José Ángel, por razón de estudio y tener que asistir a la Academia de Sevilla.
A estas alturas me pregunto: ¿Quiénes son los castigados? ¿Ellos o nosotros?
Quizás la respuesta más evidente es rotundamente la del nosotros.
Y siempre me acuerdo de aquello que me contaron hacen tiempo, sobre el soldado que había sido castigado por su superior y en su tremenda estupidez, decía: Pues hoy no como, para que se fastidie el capitán.
Sin embargo, uno lo sobrelleva mejor que en otras ocasiones, porque no tengo casi tiempo para reflexionar sobre el tema, por la cantidad, casi hasta la saturación, de retransmisiones que me estoy tragando acerca de los Juegos Olímpicos de Barcelona.
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