Sábado, día 2 de septiembre
UN
ESTADO GRIPOSO ME IMPIDE ASISTIR AL FESTIVAL DE MAIRENA Y EL AGUA SIGUE SIENDO PROBLEMA, PERO NO TANTO COMO A VECES
CREEMOS
Me hubiera gustado ir, no porque entienda y me atraiga el cante hondo, sino por corresponder en primer lugar a José María, alcalde del pueblo vecino, que me volvió a invitar como en otras ocasiones.
Para apoyar a ese batallador del andalucismo que es Julián y por estar presente, como hombre público, en este acto social que es el festival más antiguo, el de Mairena, que se ha convertido en algo más importante que un mero encuentro en torno al flamenco de los que proliferan en el estío andaluz. Pero la verdad es que me dolía impresionantemente la cabeza, cosa que no es habitual en mí y tenía el cuerpo, como se suele decir por estas tierras, más que “cortao”, además de que Adela estaba casi igual que yo; aunque lo de ella sería más por la paliza de trabajar en estas jornadas para poner en orden la casa después de las vacaciones veraniegas. En otra ocasión será; ahora y respecto al mismo sólo me queda el capítulo de leer en prensa como transcurrió y el de las disculpas lógicas y oportunas.
Y
cambiando de tema, que el pozo 4 ó el 5 se vengan abajo agrava la situación,
máxime cuando seguimos consumiendo y no se reponen absolutamente nada por la
total escasez de lluvias. Las continuas visitas a Carmona donde la deuda es ya
importante, son más que para servir de martilleo. La entrada de agua de la
Huerta Barrios puede servir para dos cosas, para paliar algo la venida abajo de
los pozos y para que la gente vea que se ponen o intentan soluciones al
problema, al igual que la de Alcaudete; de tal manera que la gente está
mentalizada de que no hay agua en general y si hay revuelos aislados serán
intencionados; pero lo que es absurdo es pretender echar sobre tus espaldas el
sentido de culpabilidad por la carencia de la misma.
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