4 .- LA MALDICIÓN DEL VERDE RANO (IV y conclusión)
de azogue y nardo,
sintió penita
del pobre rano,
abrió sus luces,
tiro su manto y,
brilló en la noche,
con blancos rayos,
con luz de alba.
¡Qué gran milagro,
de unas lagrimitas
de un joven rano!
Que ahora corre
a grandes saltos.
Las maldiciones
del pajarraco,
ya se han perdido
en roto saco,
nadie se acuerda
del negro pájaro,
ni existe miedo
en el gran charco
de agüita clara
que, junto al banco
de hierro fundido,
hay en mi patio.
El Viso del Alcor, 11 de Mayo de 2023
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