Viernes, día 23 de junio
CONCIERTO DEL PORTORRIQUEÑO ÁNGEL DE JESÚS
El
pueblo negro en sus manifestaciones musicales, salvando las lógicas distancias,
cuánto tiene de común con el nuestro, haciendo un análisis simple y sin grandes
pretensiones. Hablar de opresión, de desprecio por parte del poderoso, de
miserias, de familias numerosas para aportar mano de obra barata, de lamentos,
ritmos y sentimientos…, pueden identificar a ambos.
Si
a estos unimos el analfabetismo y la falta de interés por el fenómeno cultural,
como lo entiende la mayoría, aún podíamos ahondar más en la coincidencia.
Claro que, pretender que los adultos asistan a
un concierto, aunque este sea de jazz, tan enraizado con el pueblo, sin haber
recibido en su niñez y juventud una adecuada formación musical, sobre todo en
su etapa escolar, parece una pretensión absurda.
Y
no es cuestión de montaje excepcional, ni de mayor ni menor publicidad; pues en
las grandes urbes, con todo el aparato publicitario y con gran número de
habitantes, ocurren también estas cosas
y conciertos se dan con una veintena de asistentes.
Mientras
tanto la juventud se refugia en las discotecas, los estadios de fútbol se
llenan y en estos acontecimientos podemos señalar que estamos en familia.
Ángel
de Jesús nos deleitó con su trompeta y nos dio en definitiva su doble mensaje,
el de su amor a la música y el de la defensa de los suyos.
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