Lunes, día 27 de marzo
LO DE LA JUSTICIA ES UN
CACHONDEO ES DEMASIADA GENEROSIDAD
La situación no pocas veces resulta tragicomedia y me
remito a continuos y repetidos hechos que acaban con la moral del más elegido.
La policía detiene a dos individuos, por llamarle de
alguna forma, relacionados con la droga, llevando una cantidad que supera el
millón y cuarto, seguramente procedente de su venta; se hacen los trámites
oportunos; viene el abogado de oficio – vaya forma de entender la libertad y el
respeto a los derechos humanos, nada de obligaciones – y encima recomienda a
los detenidos que denuncien a los policías por detención ilegal. Y después de
todo un día de trámites oficiales interviene el juez y “no hay problema, a la
calle y santas pascuas.
La historia continúa hoy, 24 horas después, y la actitud
de determinados profesionales celosos de la justicia, envalentona a los
delincuentes que al encontrarse de nuevo con los policías reaccionan de la
forma más lógica, insultando y amenazando a la “presunta” autoridad. Nuevamente
en un alarde de no desanimar al desaliento los “polis” los detienen y son
llevados al cuartel de la Guardia Civil…
¿Cómo seguirá la historia mañana?
Ya se lo puede uno
imaginar sin gran esfuerzo mental. Ahora el abogado recomendará a sus
clientes que acusen a los policías por persecución, por venganza, de…, yo que
sé, ¡leche! Y el juez volverá a coincidir con su dictamen.
Ni el desacato, ni los insultos, ni la resistencia a la
autoridad, serán tenidos en cuenta, serán tomados en serio, y mientras los
chorizos y sus abogados, aunque sean de oficio, se ven protegidos, el complejo
de culpabilidad aumentará en los que llevan el uniforme.
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