Sábado, día 15 de abril
REPRESALIA
O COINCIDENCIA
Sí, porque he tenido siempre mi coche
en la puerta de mi casa y nunca tuve la mala suerte de ser maltratado por los
habituales delincuentes de este tipo de “affaires”; no sólo con el actual
modelo, sino con todos los anteriores.
Sin embargo, me ha ocurrido a dos
semanas justas de que hayamos puesto en práctica un plan de represión, de no
dejarnos perder más terreno, contra los traficantes de droga del pueblo.
Lo que desconcierta es que el vehículo
de nuestro vecino también ha corrido la misma mala suerte, encontrándose con el
cristal trasero, el más pequeño, roto, forzado para entrar y con el volante
prácticamente destrozado en el intento de llevárselo sin éxito. Lo que uno no
sabe es si el destrozo es fruto de ese fallido intento o la causa por hacer
daño ante su fracaso.
Otra evidencia es que el objeto del
robo era el vehículo en sí, pues todas las cosas de cierto valor que existían
en su interior no fueron tocadas; incluso en el de Vicente, la radio de quita y
pon, estaba intacta.
Así que es fácil pensar que el doble
robo fue un total fracaso o la excusa, para no levantar sospechas, del ataque
directo sobre el vehículo del alcalde como Jefe Local de Seguridad y responsable último de las últimas detenciones
llevadas a cabo en El Viso.
Lo único que queda de todo esto, amén
del trastorno económico y de que los
tuyos te restregaran continuamente la culpabilidad por no haberlo encerrado en
la cochera cercana a la casa, es un sentimiento de frustración e impotencia por
no saber ni cómo ni cuándo ni quiénes, ni haber podido defender lo que es tuyo.
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