103 .- MI ENFERMO CORAZÓN
Mi corazón se ha dormido
a la orilla de los tedios,
a los pies de una rutina,
que ha desatado mis miedos,
y un ignoto escalofrío
recorre mi frágil cuerpo,
acobardándome el alma,
con dentelladas de acero.
Los tedios y la rutina,
amos de mis desconsuelos,
horadaron, sin escrúpulos,
mis confiados sentimientos,
minando, con zafia saña,
mis engreídos cimientos.
Y, dormido el corazón,
no sé cómo me sostengo,
no sé cómo despertarlo,
ninguna salida encuentro.
Entre silencios amargos,
busco migajas de aliento,
rendijas para escapar
de estos salvajes tormentos.
Desesperado camino
entre espinosos sarmientos,
que hieren, quiebran y domeñan
mis enfermos pensamientos.
¡Malayas sean las horas
de estos insidiosos sueños,
de este dormir despreciable,
de este aroma somnoliento!
Y ¡Maldita sean, también,
los tedios y aburrimientos,
las desconfianzas, rutinas
y los más absurdos miedos!
Causante, sin yo querer,
de este sinvivir sangriento.
Costa Ballena, 11 de Agosto de 2022
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