Recuperando espacios perdidos
79 .- UN CONCIERTO EN ALTA MAR
Las olas vienen cantando
saltando las olas van
melodías de cristal,
aprendidas en la escuela
de la señorita Mar.
Las nota son de alba espuma
acabadas de pescar
por un joven marinero,
desde su barca de sal.
Los ecos de la canción
saltando las olas van,
inventándose un repique
para la nueva coral.
Unas pocas de sirenas,
mueven su cola al compás
de unas dulces castañuelas
hechas de fino coral,
por un afamado orfebre
contratado en ultramar.
Una banda de gaviotas,
venidas para ensayar,
aletean muy ruidosas,
quieren hacerse notar.
Neptuno, con voz de trueno,
pronto las hace callar,
meciéndolas sobre una ola,
que va de allí para acá
Una barquilla de vela
que lejos, anclada está,
baila con su amigo el viento
una danza celestial.
El niño que esta en la orilla
busca a su joven mamá,
sueña con su caracola,
quiere en la banda tocar.
Peces de todas las clases,
alumnos del calamar,
van ocupando su sitio
en aquel coro real,
afinan sus finas voces,
con pompas de celofán,
fabricadas en la China
por un mandarín de allá.
En la orilla de la playa,
donde se rompe la mar
sobre cien estalactitas,
hechas de espuma y de sal,
los pulpos han colocado,
con maestría sin par,
cien gigantes caracolas
para el que quiera escuchar,
aquel brillante concierto,
que está a punto de empezar.
Cortinas de aguas marinas
se abren todas a la par,
el programado concierto
ya quiere echarse a volar.
¡Qué suenen las caracolas,
los timbales de coral!
¡Qué sus notas nos salpiquen
de espuma y de banca sal!
¡ Qué su magia nos devuelva
la infancia dejada atrás!
Costa Ballena, 18 de Julio de 2022