18.- CUÉNTAME UN CUENTO, MAMITA
Cuéntame, mamita mía,
esta noche un cuento nuevo,
como ayer me lo contaba,
antes de irse, el abuelo.
Cuéntamelo despacito,
como tú sabes hacerlo,
que parezca de verdad,
aunque sepa que es un cuento.
Cuéntame, mamita mía,
el del viejo marinero,
que enamorado del mar,
navegó hasta el mismo cielo,
para traerle a su amada,
la Luna y varios luceros,
y cuando ya los tenía,
se los quitó un frío viento.
Y si tú, de él, no te acuerdas,
no te dé apuro, por ello,
me cuentas uno de gaviotas,
de sirenas, de veleros,
de delfines, de ballenas,
o de algún filibustero,
que a mí, las cosas del mar,
me gustan más que los cuentos,
más que las gachas de leche
que preparaba el abuelo.
Y si me quedo dormido,
antes de acabar el cuento,
no me despiertes, mamita,
que se me rompen los sueños,
que son hermosas estampas,
trocitos de cuentos nuevos,
que hace tiempo yo los guardo,
para un librito de cuentos.
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