Los Juegos Olímpicos de Pekín siguen su curso y nosotros hacemos lo propio con nuestros chistes gráficos. La modernidad ha superado en muchos casos la ausencia de nieve con sus monumentales cañones y en los trampolines hemos visto construcciones artificiales para realizar los saltos, por ejemplo.
Hoy subimos a este apartado de nuestro dibujo de humor deportivo otro de nieve; buscando y exagerando un salto de trampolín de mucha altura. Llegar a una pequeña nube y emplazada casi a ras de suelo, a la que le falta poco para convertirse en niebla, puede ser, teniendo bastante imaginación, y resultar hasta factible; pero alcanzar las otras, las que pueden ser residencias de los ángeles, de verdad que resulta más que exagerada, insuperable... De ahí la extrañeza del saltador.
Y de la escasa atención que le prestan este par de angelitos a su vuelo...
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