martes, 19 de octubre de 2021

NUESTROS RECUERDOS DE LA CIUDAD DE MÁLAGA

                     En los muchos desplazamientos que desde nuestra juventud hicimos a la Península desde nuestra ciudad, Melilla, lugar de paso casi obligado siempre era la capital de la Costa del Sol, Málaga, tanto en la ida como en la vuelta, y siendo el barco principalmente y casi único, ya que el avión fue algo más tardío, para realizarlos, entre otras muchas cosas, siempre llamó nuestra atención ese recinto amurallado que constituía su Alcazaba, por estar en lugar bien cercano a su puerto y al centro de la ciudad malagueña.

                    Así que no resulta extraño que unos monumentos, donde la piedra era uno de sus más claros protagonistas, nos invitaran a recogerlos con nuestras pacientes plumillas. y uno de ellos fue precisamente, el de la mencionada Alcazaba. Palacio fortaleza importante para la historia de esta ciudad, espacio muy visitado, porque ha sabido conjugar la mencionada historia con la belleza en un mismo recinto.

                    

                    De época musulmana, se encuentra situada al pie del Monte de Gibralfaro, donde se encuentra el castillo defensivo árabe, al que estaba unido por un pasillo resguardado por murallas, llamado la Coracha, junto al Teatro Romano y frente al edificio de la Aduana.

                    Construida según algunos historiadores entre 1057 y 1063 a instancias de rey de Taifas bereber de Granada, Badis. Utilizándose en la misma material de acarreo y reutilizándose piezas del  teatro romano, para el palacio, como columnas y capiteles.

                    Su componente militar la convierte en una de las obras más importantes musulmanas conservadas en España, con matacanas, torres con saeteras y murallas almenadas como elementos defensivos. Sin embargo, su mejor defensa se encontraba en su situación, al dominar desde sus balcones la ciudad y su bahía.

                    A su alrededor antaño había un barrio, hoy totalmente desaparecido, que tenía incluso sistema para evacuar las aguas fecales y con letrinas en la mayoría de las casas, lo que acreditaba el alto nivel de civilización que existía en esos momentos.

                    A lo largo de su historia tuvo sucesivas reconstrucciones, algunas hasta en el pasado siglo XX y actualmente es visitable, contando con importantes muestras arqueológicas expuestas. en las primeras excavaciones que se hicieron para su restauración aparecieron restos de muros romanos de hormigón revestidos de estuco rojizo y pequeñas albercas excavadas en pizarra destinadas a la preparación del Garum, una especie de pasta de pescado que elaboraban los romanos, y una mazmorra, donde cuentan que encerraban durante la noche a las cautivas cristianas que trabajaban de día.

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