martes, 12 de enero de 2021

VOLVIENDO A LA NIÑEZ, CON LÁPICES DE COLORES

 

Entrega nº 10

         El Inspector Gadget es el protagonista de una serie para la televisión de dibujos animados creada por el dibujante Bruno Bianchi, producida por DIC Entertainmen  y Boulder Media, emitida en nuestras pequeñas pantallas en la década de los 80 y coproducida por Canadá, Francia, Estados Unidos y Japón.

         Las aventuras de este curioso inspector, que hizo las delicias de nuestro hijos en aquellos años por sus imaginativos artilugios repartidos por su cuerpo, viene a ser como una parodia, tanto de Misión Imposible, como del Superagente 86. Considerado en realidad como un cibord, por la cantidad de “gadgets” implantados en su cuerpo, como señalé anteriormente y que le salvarán de su enemigo, el Doctor Gang, líder de la malvada MAD, siglas que corresponden a “Malvados, Astutos y Diabólicos”.

         El agente Gadget de la Metrópolis es un detective algo torpe, atolondrado y despistadillo; pero a pesar de ello, siempre resuelve los casos gracias a su increíble suerte y a la colaboración de su sobrina Sophie, con la que vive, y a su perro mascota, Sultán, que suele andar a dos patas y que regularmente se disfraza, sin que este lo sepa, para velar por la seguridad de su dueño.

         Sophie, su sobrina, es una niña demasiado inteligente para la edad que tiene, que igualmente que el anteriormente acompaña a su tío en sus misiones por el mundo sin que él se entere que realmente es la que descubre y destroza los planes de los malvados en casi todos los casos que le encarga el Jefe de la Policía, el Comisario Gotier, y que se comunica con el perro Sultán a través de su reloj de pulsera, conectado con el collar del animal.

         El comisario Jefe al principio de cada episodio aparece disfrazado o escondido en cualquier lugar, detrás de un cubo de basura o de una nevera, por ejemplo, para indicarle la misión que tiene que llevar a cabo, a través de mensajes que se autodestruyen una vez que Gadget los lee y que arrugándolos los arroja y que se vienen a explosionar en la cara de su jefe. Al igual que al final de cada uno de los episodios aparece de nuevo para felicitarle por el éxito de su misión.

         Siempre luchará contra las maldades del Doctor Gang, que en cada aventura trata de cometer algún delito, siendo siempre frustrado por el Inspector Gadget, o mejor dicho por su sobrina Sophie y su perro Sultán. En una segunda temporada los objetivos del malvado Gang no eran lo de hacer fechorías, sino de acabar con él; dirigiendo siempre sus operaciones a través de su ordenador, nunca se le veía su rostro, con el que se comunicaba con sus secuaces o desde donde controla y vigila al agente, sentado en un gran sillón con las siglas de MAD, o viajando en su MAD-móvil, que puede convertirse en coche, avión o submarino y acompañado de su fiel MADgato.

En todas sus aventuras eran importantes sus gadgets, artilugios que salían de todas las partes de su cuerpo y que les encantaban a mis críos. Por señalar algunos contaba con el gadgetoprismáticos, que salía de la parte posterior de su sombrero y se colocaban sobre sus ojos; el gadgetoparaguas, que consiste en una mano mecánica que sale de su sombrero y que al abrirse se convierte en un paracaídas; el gadgetogabardina, que se inflaba cuando tiraba de uno de sus botones para flotar en el aire o en el agua y que a veces se desinfla al pincharse y hace que caiga desde una gran altura o el gadgetocóptero, con hélices y manillar que le permite volar y el gadgetorejas para oír mejor; así como una interminable lista, de más de cincuenta artilugios, que era lo que divertía a los peques de verdad.



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