Entrega 3. Escrito 11
¡AHORA,
A POR LAS ESTATUAS!
¿Se puede ser más cernícalo?
La
ignorancia “burricida”, el oscurantismo vacilón, la barbarie colectiva y los
absurdos desmanes de grupúsculos minoritarios son, en estos tiempos de
fragilidad moral y de deshonroso hacer, desacreditadas muestras de incivismo y
de peligroso juego destructivo.
Pobres de aquellos hombres, personajes históricos que, con aciertos y desaciertos, construyeron la historia de los pueblos. Hoy, todo es cuestionado y cuestionable, con razón o sin ella. Las salvajes avanzadillas de estos grupúsculos demoledores, hoy la tomaron con los monumentos, con las estatuas de los hacedores de historia. Conviene hacer un rápido repaso de las estatuas agredidas por estos vándalos. Colón, el descubridor de América, atrevido y grande navegante, fue uno de los primeros en padecer la ira de estos antitodo, especímenes de la barbarie y el salvajismo. Una de sus figuras fue decapitada; otras, derribadas y arrastradas por los suelos, mientras la turba vociferante vitoreaba sus insensatos y despreciables haceres. De esta oleada de agresiones no se libra nadie por grandes que sea. Cervantes, el manco de Lepanto, autor de la inmortal novela del Quijote, cautivo en Argel, celebrado y admirado en todo el mundo, también padeció la furia de estos energúmenos, pintarrajeado y maltratado por estos bárbaros. La hispanofobia, en esta incomprendida modernidad, se crece fuera y dentro de nuestra España y la leyenda negra aparece de nuevo, con sus propuestas destructivas y el no reconocimiento y claro rechazo de la hispanidad. Otro “castigado” por este grupo de analfabetos integrales, ha sido Fray Junípero Serra, fraile franciscano cuyo “gran pecado” fue evangelizar a los indígenas de Méjico y California, enseñarles agricultura y ganadería y fundar misiones en los territorios donde vivió, beatificado por Juan Pablo II y canonizado por el Papa Francisco. Sus estatuas han sido profanadas y algunas de ellas, destrozadas. ¡Bien hecho mangurrinos de pro! Fijaos en la calaña de esta gentuza que no solo se conforman con atacar a los hispanos, sino que el presidente Roosevelt de los Estados Unidos de América, demócrata ha sido y es atacado en sus representaciones escultóricas. Y para qué seguir dándoles alas a estos catetos, descerebrados, aspirantes al mayor desprecio y rechazo, por sus “ejemplares” actuaciones y sus intentos de reescribir la historia, con sus obsoletas ideas antidemocráticas.
Y todavía quedan en España mamporreros y políticos de alta cuna que defienden y aplauden a estos “chiquilicuatres”.
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