jueves, 14 de febrero de 2019

Seguiremos yendo a Casa Rurales a pesar de Don Joaquín

Jueves, 14 de febrero de 2019.
A 101 días…

LO QUE PUDO SER UN VIAJE REDONDO Y…
LA VIVENCIA DE UN TRISTE CAPÍTULO QUE NO MERECIMOS.
UN SINVERGÜENZA ANDA SUELTO.

     Como denuncia, servible o inservible, vaya este comentario del día.

     Lo que pudo ser un viaje redondo, como otros muchos ralizados con la familia y amigos a casas rurales (Antequera, Sayalonga, Fuentibáñez, Villamartín, Cardeña, Prádena (Segovia) Cumbrero (La Rioja) la Vera, Castellar, la Alpujarra, entre otras) terminó, a nuestro pesar, en la vivencia de un triste capítulo, no merecido, gracias a uno de tantos sinvergüenzas que andan sueltos en este país.

     Experimentados en disfrutar temporalmente estancias en Casas Rurales, nunca padecimos por parte de sus dueños, un trato tan vejatorio y, humillante, como el que recibimos del dueño de la “Fortuna de Villabuona” (Casa rural sita en Archidona) Su título de “abogado”, presentado en más de una ocasión como “refriega o tarjeta de visita”, no le garantizaba ser portador de una correcta educación, ni de saber tratar debidamente a sus semejantes.

     Sirvan de ejemplos las “maniobras” del tal Joaquín, propietario de la Casa, para demostrar su talante y sus modos y maneras de tratar a sus arrendatarios. Con suficiente antelación se mandó el importe de lo solicitado como  reserva y, una vez en la casa, se pagó una fianza de 400 € a devolver, según contrato escrito, al entregar la llave de la vivienda y, dato sospechoso, el resto del alquiler se hizo a través de transferencia bancaria unos días antes de nuestra llegada. Quería el dinero en metálico y tuvimos que abonarle en efectivo, por segunda vez, el importe del alquiler. Después de ello, nos presentó un contrato escrito en el que aparecían una serie de “obligaciones” relativas a desperfectos, daños, robos, etc. sin recoger los desperfectos existentes en la vivienda antes de nuestra llegada. El citado documento nos lo presentaron dos de sus empleadas, mientras el propietario no daba señales de vida. En el momento de la partida llamamos al dueño, para realizar la comprobación del estado de la vivienda, la entrega de la llave y la devolución, según contrato, de la fianza. Se presentan las dos mujeres empleadas, revisan la vivienda. Todo en buen estado, pero no traen el dinero de la fianza y el dueño sin dar señales de vida.  Consultamos a la Policía local de Archidona y tratamos de poner la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil. Nos comunican que nada pueden hacer. Así que vuelta a la Casa a esperar que alguien recoja las llaves. No nos fiamos de dejarlas puesta o  en su interior. Tres o cuatro horas esperando a que apareciera alguien. Al final, noche cerrada, aparecen las empleadas del tal Joaquín, le entregamos las llaves y abandonamos la vivienda. Ahora nos toca esperar las devoluciones del dinero entregado como fianza y por transferencia bancaria.

     En las muchas Casas Rurales donde nos alojamos, siempre recibimos, de sus dueños, un  trato exquisito y esperamos seguir recibiéndolo, ya que el “individuo” que ha roto la norma, que se ha salido del tiesto, no nos quitará las ganas de seguir conociendo España y disfrutando de sus Casa Rurales.

     Por muchas bondades que tenga “La Fortuna de Villabuona”, en Archidona, gracias a su dueño, no se la recomendaremos a nadie.

     Perdonado estás barato leguleyo.      

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