Sábado, 2 de febrero de 2019.
A 111 días…
¡AL
CARNAVAL DE LOS CARNAVALES!
Río de Janeiro, Nueva Orleans, Tenerife, Venecia,
Notting Hill, Barranquilla, Oruro, CÁDIZ y algún que otro lugar carnavalesco
del planeta Tierra, pugnan por alcanzar el título de “CARNAVAL DE LOS
CARNAVALES”. Y todos los citados cuentan con argumentos y evidencias para
conseguirlo.
Los profanos en la materia, como el padre
de la criatura que, sobrado de osadía carnavalesca, escribe sobre el
controvertido tema de los grandes desmadres, de la libertad y del libertinaje,
de arte callejero, de la crítica mordaz, de las máscaras y disfraces, de los más
sensuales bailes, de la vida y de la muerte, de las risas y de los llantos y de
miles de cosas desconocidas que no se ven, ni se cuentan, sólo somos capaces de
ver y conocer su piel, su exterior, su fina corteza festiva, su envoltura
colorista y sus hiperbólicos oropeles. Por ello, somos incapaces de clasificarlos, de
establecer un orden entre los citados, de colocarlos en lo más alto o más bajo
de un ranking internacional establecido.
Escribimos de oído, sin fundamentos, con
desconocimiento, avalados sólo por la cercanía, por lo que nos resulta más
fácil de entender, por lo conocido y vivido. Y en este incierto y subjetivo
caminar clasificatorio colocamos al CARNAVAL GADITANO en lo más alto de la
tabla, con sus coros, sus comparsas, sus chirigotas, sus cuartetos, que nunca
son de cuatro elementos, sus originales tipos, las letras de sus canciones
(mordaces, satíricas, irónicas, críticas y, en ocasiones, que todo hay que
decirlo, bastante chabacanas) sus pasacalles y sus cabalgatas, punto de fusión
de los muchos visitantes foráneos, del
pueblo disfrazado de lo que sea y de los grupos carnavalescos.
Imposible saltarme a la torera, la
anécdota familiar de tener un hijo, Ángel, que, desde su más tierna edad,
resultó ser un acérrimo seguidor de las comparsas y chirigotas gaditanas.
Conocía todas las letras y la música de cuplés, pasodobles o popurrí de cada año, sus creadores y sus figuras más destacadas. Y todo ello,
sin recibir influencias de sus mayores y de su entorno, no muy aficionados a
estas cosas del carnaval.
Como punto y aparte, no final, felicitar a
la chirigota de Mairena del Alcor que muy dignamente representó
a los Alcores sevillanos en la edición del Carnaval de Cádiz del presente año.
Su actuación en el Teatro Falla fue muy
aplaudida. Calidad en su interpretación y original tipo. No sé si llegará a las
finales del Concurso pero dejó sello de categoría en su intervención.
Sin olvidar sus orígenes, el Carnaval de
Cádiz va tomando tintes de normalidad, desechando “verdulerías” y politiqueo
barato, asomándose al mundo de fuera con otras formas y maneras que lo van
aupando a lo más alto de este tipo de fiesta popular y universal. ¡Qué cada
Carnaval aguante su velamen y que, por los tiempos de los tiempos, lo que hizo
el pueblo que el hombre no lo arruine y destruya!
Mañana, después de su Gala, me voy al CINE.
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