Miércoles, 28 de
noviembre de 2018.
A 176 días…
“AL TUNTÚN”
Entre las muchas expresiones aprendidas y
aprehendidas desde muy pequeño me ha “venido a cuento” regalar el comentario de
hoy a los amantes del “tuntún”, a
aquellos cabecitas locas acostumbrados a hacer todo a lo loco, alejados de la
necesaria cordura, prudencia, sensatez o reflexión.
Y, casi siempre, estos fanáticos
practicantes del “tuntún”, son
personas felices en su mundo, en su ambiente irresponsable, en sus callejones
sin salida, en su caminar al salto la
mata, en su tirar para adelante.
El “tuntún”
es arma de un solo filo, aunque parezca lo contrario; no es ni blanco ni negro,
es grisáceo, tirando a no se sabe qué. El “tuntún”
es padre putativo y ecológico del “¡Qué más da! (Por aquí reciclado en ¡Qué
mar dará!) Y cuanto más empleamos el “tuntún”,
más libres nos creemos, más ligeros de ropaje en el hacer.
El “tuntún”
suena a tantán de manicomio, a “tontón” de pobre, a “tintín” de comic y a
“tentén” de absurdo.
“Tuntún”,
aunque no lo parezca tiene todos sus papeles en regla. Posee un espacio en
el gran Diccionario de la Lengua Española, goza de la aceptación de Académicos
y del vulgo parlante y escribiente. Solo le falta que un poeta versado o un
moderno cantautor le compongan poema o canción de reconocimiento.
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