jueves, 11 de octubre de 2018

Al rescate de Calabuig 2






Sábado, 23 de junio de 2018.
A 335días…


 LA NOCHE DE SAN JUAN

     El mar, el fuego y la luna, como notarios, serán protagonistas de otra Noche de San Juan.

     No hace falta mucha agudeza para diferenciar los dos grandes festejos del FUEGO en España. Las Fallas de Valencia y las Hogueras de San Juan en casi toda la costa hispana. A cada uno su gloria,  su arte, su carácter, su atractivo, su antigüedad, su particular idiosincrasia, su “gancho”, etc.

     El Fuego, como castigo purificador, como herramienta alimenticia, como fuente de calor en los inviernos, como atractiva visión, como endemoniado destructor, como…, se presta  al uso cotidiano en pequeñas dosis y al abuso desmedido.

     El Fuego, mal tratado por el hombre, siempre se deja querer, hasta que, en una nefasta hora, enseña sus devastadoras lenguas.

     El Fuego y el agua forman un muy especial binomio de convivencia.

     Y en las noches de San Juan, el Fuego se hace efímero protagonista en muchas playas hispanas, iluminando  las arenas, reflejándose en el mar, encendiendo los cielos, llenando de pavesas el aire. Los baños nocturnos, los besos y “achuchones” amorosos, los excesos alcohólicos, los riegos, la sana convivencia, rivalizan sin medida en esta mágica y embrujada noche.

     Y al final, el aquelarre festivo de la noche de San Juan da paso al silencio, al ronroneo monótono de la mar en su continuo romperse en las orillas, dejando la playa convertida en no deseado estercolero, culpa del incivismo humano. Hasta que lleguen las cuadrillas de recolectores de toda clase de desperdicios. Tributos  a pagar por el comportamiento “salvaje” de muchos “inadaptados”.

A pesar de ello, nos gusta la fiesta de San Juan, la celebración de la noche más corta y el día más largo, sus maneras alegres y desenfadadas y sus grandes dosis de bendita convivencia.


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