VOTAR
y PACTAR (a Pedro Sánchez)
El
votar es importante,
es
necesario, es sagrado,
es
argumento, esperanza
para
todo pueblo sabio,
mas,
no siempre bendecimos
los
votos, los resultados.
Y
me pregunto mohíno,
triste
y desilusionado:
¿Para
qué el ilustre hombre,
astuto,
sabio y sensato,
legitima,
en buena hora,
la
vivencia de los pactos?
¿Para
qué el mandón de turno,
en
el pueblo, escudado,
hace
y decide a su antojo,
por
capricho y sin recato?
¿Para
qué vestir al mono,
con
viejos trapos y harapos,
con
ricas y bellas sedas,
para
llevarnos al charco?
Ya
está bien de confusiones,
de
olvidar los buenos pactos,
cuando
la necesidad,
harina
de muchos costados,
obliga
a salvar el pan,
de
los pobres ciudadanos,
que
en manos de grandes “caudillos”,
de
políticos baratos,
que
sólo cavilan en ellos,
mirando
sus ricos hatos,
que
sólo rumian tapar
sus
cuitas y sus fracasos,
hay
que tener dignidad,
“casta”
de estadista honrado,
y
librar de las penurias
al
pueblo que lo ha votado.
Señor
Sánchez, socialista,
hoy
le mando este recado,
procure
no equivocarse,
en
este sutil mercado,
de
negras y rojas líneas,
de
mil haberes bastardos,
que
al acecho está “Podemos”
y
demás iluminados,
para
acabar con su gloria,
para
acabar con sus factos,
con
su efímera grandeza
y
su débil liderazgo.
Enero de 2016
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