jueves, 6 de octubre de 2011

Versos soñados

SUEÑOS

No sé que tienen los sueños,
de magia, de golosina,
que endulzan la oscura noche,
que son la gloria bendita,
que despiertan horas nuevas,
en las auras de la vida,
que saben a miel de abeja,
a jarabe, a rico almíbar.

No me digas que los sueños
son estaciones perdidas,
que no sirven para nada,
que son ajadas caricias,
hijos de los desvaríos,
dislates de gente altiva,
niebla de hambrienta mañana,
humo de paja encendida.

No te rías de mis sueños,
de mis locas fantasías,
de mis quimeras al viento,
de mis hondas utopías,
que son el pan y sustento
que le da ser a mi vida,
que cura mis desconsuelos
y que sana mis heridas.

No me robes tú, mis sueños,
que de nada serviría,
que los sueños tienen amo,
propietarios, renta fija,
que nadie puede tratarlos,
como simples baratijas,
que de mano en mano van,
como pobres naderías.

No reniegues de los sueños
aunque sean cosas perdidas.

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