¡HASTA MAÑANA!
Dejad que me pierda en sueños,
donde tengo todo y nada,
dejadme los desvaríos
que navegan por mi cama
y suben a los oteros
de mi sumisa almohada,
para sentir, complacido,
las invenciones del alma.
Dejad que viva en los sueños
mis sutiles madrugadas,
envueltas en las mentiras
y en las verdades sagradas,
para escuchar el latir,
en venturosas mañanas,
de un corazón que aún vive,
soñando mil alboradas.
Dejad que muera en los sueños,
sin miedo, ni desesperanza,
dejad que la muerte sea
una sorpresa ensayada,
capaz de matar la vida
y después, resucitarla,
dejadme con las locuras
que vuelan sobre mi cama.
El teatro TOTAL.
Hace 1 mes
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