CUENTOS NUEVOS DE NUEVOS ABUELOS

LA CARMELA, MEDIA MIGA, Y SUS TRES RAPACIÑOS: GALA, ENZO Y BELTRÁN

(XVII)  Carmela en la Posada de La Tortuga Ciega.

        Entre tanto, a la posada
de la Tortuga Ciega,
sin que nadie lo notara
llega la meiga Carmela;
como conoce el lugar
entra por puerta trasera
y bien grande algarabía
le viene de la taberna,
son pícaros y bribones,
mercenarios de cien guerras,
los que por causa del vino
están buscando pendencias;
por rendija de una puerta
ella observaba la escena,
a la que está acostumbrada
porque vivió mil reyertas,
saliendo de todas ellas
hasta ahora siempre ilesa.
        ¿Qué harán estos malandrines
en esta posada vieja?
        ¿Qué estarán ellos buscando
además de borrachera?
        Estas preguntas y otras
pasarán por su cabeza,
no encontrando de momento
la más mínima respuesta.

        Mas, de pronto, todo el ruido

en un santiamén cesa,
cuando llega un caballero
con vestiduras bien negras,
con cruz de Santiago en pecho
y su cabeza cubierta
con capucha de igual tela
que ver su rostro no deja;

aqueste no viene solo,

le acompaña una pareja,
parece ser importante
el que va en la suya diestra,
vestido con elegancia
y con aires de nobleza,
mas, es tosco y bien fuerte
el que ocupa su siniestra,
como si su guardaespaldas
aquel gigantón fuera,
llevando en suyo costado
una bien llena talega.
        La presencia de estos hombres
transforma pronto la escena,
aquellos que estaban ebrios
en un plisplas se despejan,
deseando entregar los niños
a cambio de recompensa.

                                        El Viso del Alcor, 16 de Junio de 2025