EL CUENTO DE "EL DIABLO BUENA PERSONA" ( IV )
EL APRENDIZ DE DIABLO ENTRA EN UNA IGLESIA DE ROMA
Kalila se detiene en su relato y permanece silente y pensativo unos instantes, en el que inconscientemente se quita una de sus botas sin cordones que deja ver un calcetín roto en su puntera, del que se despoja también para rascarse la planta del pie con el consiguiente deleite. Habría que contar con algún discípulo de Freud - dice con extrema seriedad - para que con claridad diagnosticara o elaborase el correspondiente psicoanálisis acerca del estado de impureza en que comenzaba a verse envuelto aquel espíritu puro y sobre todo, por una cuestión de faldas.
Cuanto más grande es su deseo,
menos caso ella le otorga.
No necesita un infierno,
vive en él a todas horas,
no duerme ya por las noches,
en su ánimo se le nota,
en sus rostro y en sus ojos
la locura se le asoma.
Empieza a pensar en Dios,
en su Dios, que no perdona,
reniega de Lucifer,
al que el diablillo traiciona.
Si te fijas - me dice Kalika - de la obsesión pasa a la desesperación. Esta le lleva a la renuncia de propia esencia. Entre tanto desvarío aparece la traición y todo va a desembocar en la locura. Lo que te decía antes, jovencito, Freud, Freud...
Un día siguiendo a su amada
con una iglesia se topa.
Entra o no entra en ella, duda,
tiene miedo, se sonroja,
sus prejuicios le amordazan...,
al final decisión toma.
Lógicas aquellas dudas, ¿verdad? Es cierto que los diablos están todas partes; pero que un demonio, por ,iu aprendiz que sea, entre en la Casa de su anterior Jefe sin más ni más, es demasiado descaro.
Entra en ella despacio,
pronto le envuelve su aroma.
En principio no ve nada,
se oye el silencio en la sombra,
los haces de luz la cruzan
y sus tinieblas decora,
a las hileras de bancos
reflejos de cristal croman.
Ya está dentro el diablillo - sigue Kalika su relato - y lo bueno es que no le pasa nada.
En apartada capilla´
la jovencita se postra
ante una imagen pequeña,
que ella parece que adora.
Él se acerca con temor,
sus pasos nadie los nota
y todo sus ser le tiembla´
al ver que la Virgen llora,
con lágrimas de verdad
como si fuera persona.
El Viso del Alcor, 2 de Abril de 2025
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