30 .- ¡ BUENAS NOCHES, CHACHI ! ( II )
¡Buenas noches, CHACHI!
De uno de tus partos de aquel pasado verano, coincidiendo con una luna llena y con el alumbramiento de Elenita, la primogénita de Auxiliadora y Teo, vinieron a su perro mundo una parejita que hizo las delicias de grandes y sobre todo de la troupe menuda, nuestra chiquillería, a los que que pusieron nombres estos pequeños de Susy y Leo.
Daba gusto verlos, como peludas bolas al nacer, cuando en sus primeros días de vida con torpeza buscaban tus mamas, y que casi ciegos andaban, tambaleándose, acompañando sus torpes pasos, sus primeros, con torpes caídas.
Cuando terminamos el verano y nos despedimos de ellos, ya andaban correteando por el Campito de Don Manuel, bajo la mirado de El Pezcue, su guarda, para que no hicieran ninguna trastada, buscando algo que llevarse a la boca, que nunca le falto con tanto crío en su vera; jugando como buenos hermanos, saludándonos cuando arribábamos a su lado, moviendo sus recortados rabos y despidiéndose con diminutos saltos y lastimeros ladridos cuando nos marchábamos.
Hoy hemos perdido la pista de aquellos tuyos retoños del pasado estío; seguro que habrán crecido, aunque no mucho pensamos y seguirán envueltos en la misma discriminación de su madre y de su desconocido padre. Y que en su libertad y a pesar de sus pocos años, morarán en otros campitos, ya que no los encontramos en el de Don Manuel; seguramente porque el Pezcue se habría desprendido de ellos.
¡Buenas noches, Susy y Leo!
¡Qué vida más perra llevarán!, sin perder, eso sí, la esperanza de que fueran acogidos en un hogar digno, donde no faltaran niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario