2 .- AÑORANZA PRIMA ( I )
En mar de cálidas aguas,
europeas
y africanas,
despertaron nuestras horas
a una vida regalada,
al color de barrio obrero,
en calor de humilde cama.
Se rompió el agua de un parto
en cauce de doble rama,
fuente de duplicidad,
fontana de una misma agua.
despertaron nuestras horas
a una vida regalada,
al color de barrio obrero,
en calor de humilde cama.
Se rompió el agua de un parto
en cauce de doble rama,
fuente de duplicidad,
fontana de una misma agua.
moras,
judías y cristianas,
prendimos primos sabores
del salitre de la playa,
libamos marinería
en mar de espuma de plata,
de pescadores envueltos
en redes y velas blancas,
dibujantes de miserias
en sus manos agrietadas
y de arrugas bien crecidas
en acetrinadas caras.
En la Rusadir fenicia,
desconocida sultana,
sinagoga incomprendida,
hindú de Mahabarata,
maestra en el conjuntar
y catedral olvidada,
crecieron nuestros sentidos
en bella mar azulada,
de reposados vaivenes,
de olas anacaradas,
viajeras incansables
entre orillas alejadas,
imprudentes, atrevidas,
en tibias aguas hermanas.
prendimos primos sabores
del salitre de la playa,
libamos marinería
en mar de espuma de plata,
de pescadores envueltos
en redes y velas blancas,
dibujantes de miserias
en sus manos agrietadas
y de arrugas bien crecidas
en acetrinadas caras.
desconocida sultana,
sinagoga incomprendida,
hindú de Mahabarata,
maestra en el conjuntar
y catedral olvidada,
crecieron nuestros sentidos
en bella mar azulada,
de reposados vaivenes,
de olas anacaradas,
viajeras incansables
entre orillas alejadas,
imprudentes, atrevidas,
en tibias aguas hermanas.
(Plaza de las Cuatro Culturas)
En mar de cálidas aguas,
En mar de cálidas aguas,
de
mágicas oleadas,
madre de ínclitas culturas,
con alma griega y romana,
disfrutamos ricas horas
en nuestra Melilla hispana.
Hoy, como osados juglares,
jugando con las palabras,
queremos, osadamente,
con versos, recuperarla,
rescatarla del olvido,
libar de su vieja savia
y darle una nueva vida
al calor de la añoranza.
madre de ínclitas culturas,
con alma griega y romana,
disfrutamos ricas horas
en nuestra Melilla hispana.
Hoy, como osados juglares,
jugando con las palabras,
queremos, osadamente,
con versos, recuperarla,
rescatarla del olvido,
libar de su vieja savia
y darle una nueva vida
al calor de la añoranza.
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