268 .- CONTRA LOS INSOMNIOS ( II )
Epístolas
de otros tiempos,
costumbre, en horas bajas.
Escritas en duro insomnio,
antes de asomar el alba,
pueden calmar nuestra sed
en la vigilia obligada
Y devolvernos los sueños,
jugando con las palabras.
Recuperando los días
de las misivas y cartas,
de impaciencias contenidas,
en salidas y llegadas.
Y si el insomnio persiste
con tozuda mala saña,
juguemos a descubrir,
con agudeza y templanza,
los sonidos del silencio
a filo de madrugada.
costumbre, en horas bajas.
Escritas en duro insomnio,
antes de asomar el alba,
pueden calmar nuestra sed
en la vigilia obligada
Y devolvernos los sueños,
jugando con las palabras.
Recuperando los días
de las misivas y cartas,
de impaciencias contenidas,
en salidas y llegadas.
Y si el insomnio persiste
con tozuda mala saña,
juguemos a descubrir,
con agudeza y templanza,
los sonidos del silencio
a filo de madrugada.
el
pisar de ínfima araña,
la lluvia de fino polvo,
en canto de una chicharra,
el roer de las polillas
en madera degustada,
los lamentos desprendidos
por el somier y la cama,
el roce de nuestro cuerpo
con sábanas y almohadas,
los vuelos de los mosquitos
con sus motores en marcha.
la lluvia de fino polvo,
en canto de una chicharra,
el roer de las polillas
en madera degustada,
los lamentos desprendidos
por el somier y la cama,
el roce de nuestro cuerpo
con sábanas y almohadas,
los vuelos de los mosquitos
con sus motores en marcha.
notas de tenue cantata,
que, en el silencio, la noche
al oído le regala.
Olvidemos medicinas
y otras muchas zarandajas,
que en contra de los insomnios
no vale librar batallas,
que la solución está
en nuestra propia morada.
La música y los libros,
las misivas y las cartas,
y otras muchas buenas cosas
que, con sosiego tomadas,
nos entregarán el sueño
perdido en la madrugada.
que, en el silencio, la noche
al oído le regala.
Olvidemos medicinas
y otras muchas zarandajas,
que en contra de los insomnios
no vale librar batallas,
que la solución está
en nuestra propia morada.
La música y los libros,
las misivas y las cartas,
y otras muchas buenas cosas
que, con sosiego tomadas,
nos entregarán el sueño
perdido en la madrugada.
Costa Ballena, 25 de Julio de 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario