70 .- EL ENIGMA
Sobre una bello y viejo banco
de madera de la China,
un grano de áureo trigo,
como los vientos corría,
como los vientos corría,
corría que se las pelaba,
como las noches, los días,
las estrellitas fugaces
y las verdes lagartijas.
Aquel granito de trigo
caído de alguna espiga,
no sé como caminaba,
ni alas, ni patas, tenía,
y sin saber el por qué,
como una campeón corría.
El granito se paró,
desvelando aquel enigma,
por debajo aparecieron
unas delgadas patitas,
cuyo dueña era, por suerte,
una robusta hormiguita,
que a su hormiguero llevaba
la encontrada golosina,
un grano de áureo trigo,
desprendido de su espiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario