Y… EL CIERRE DEFINITIVO A ESTE JUEGO, A ESTE INVENTO, A ESTA CUMPLIDA PROMESA, A ESTE PROYECTO ESCRITO, DEL QUE DESCONOCEMOS SU FINAL
Viernes, 14 de junio de 2019.
Costa Ballena.
LOS DÍAS DESPUÉS DE UNA GRAN CELEBRACIÓN
No es bueno rodearse de exageradas expectativas en una celebración, por muy importante que ésta sea. No es recomendable entregarse con demasiada pasión a una fiesta íntima y familiar, por muy deseada que ésta sea. No es aconsejable dejarse abducir ilusoriamente por una conmemoración festiva, por muy importante que nos parezca. No y no. No nos engañemos. Todo lo vivido es devorado y convertido inmisericorde en pequeños instantes, condenados a ser nada, a ser polvo de recuerdo, a ser irrecuperable tiempo consumido.
Cuánto más grande sea el éxito de la celebración, cuánto mayor sea la acogida colectiva de la misma, cuánto mejor la hayamos disfrutado, más grande y mayor será nuestra frustración. Así somos los humanos en un alarde de manifiesta inconformidad. Desagradecidas criaturas educadas en la negación del OK de gratitud.
No se entienda lo anterior como un rollo pesimista, como un reniego de lo bueno, como una inhibición a celebrar, como una huida de la felicidad compartida con los míos, con los nuestros. Entiéndase como una inútil queja, como un inservible gimoteo de un egoísta y malcriado joven de más de ochenta años.
Tómese este subjetivo comentario como un aviso de navegante para los que amamos, en demasía, la vida, y no nos conformamos con la aceptación, sin más, de que todo lo bueno tiene un final, un se acabó y un caminar hacia lo inmaterial, a lo ya inexistente. Y si así fuera ¡Pobre de todos nosotros! Efímeros poseedores de nada, aunque seamos protagonistas directos de la celebración.
¡Gracias a todos los que hicisteis posible este imposible REGALO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario