Jueves, día 16 de Noviembre
CONOCÍ Y HABLÉ POR TELÉFONO CON PEPE CALABUIG
Cuando llegué a casa al mediodía estaba algo cansado, sonó el teléfono y era Manolo Belloso que quería ponerme en contacto con Miguel Calvo, nuestro parlamentario andaluz, para hablarme de una propuesta presentada por el Partido Andalucista en la Cámara, referida al uso de productos ilegales destinados al engorde del ganado vacuno; así lo hizo y a su vez aprovechó para ponerme en contacto con un periodista que estaba siguiendo la pista de todo este asunto que podía ser grave, por el daño que pudiera hacer esta carne manipulada a los consumidores.
Cuál no sería mi sorpresa cuando Calvo me dice que espere un momento, porque además no quería ser interprete hablando todos el mismo idioma, pasándome inmediatamente a José Calabuig listo y directamente. En principio creí que era un error, pero cuando se me presenta este ya me aclara todo. Se trata de otro José Calabuig, periodista y subdirector entonces de la revista Interviú y del que en más de una ocasión he leído algunos de sus artículos y reportajes.
En no pocas ocasiones he sentido la curiosidad por conocerlo personalmente, en especial por las bromas que soporté de algunos amigos referidas a que ignoraban que ahora me dedicara a escribir en una revista de moda y cañera. Incluso estuve tentado de dirigirme a él. Sin embargo, la casualidad me ha dado la oportunidad y posibilidad, sin pretenderlo, de conocernos, aunque sólo sea a través del teléfono.
Cuando terminé de hablar con él, me preguntaron como en otras ocasiones mis hijos y mi mujer que con quién hablaba, por el tono diferente de la conversación y cuando les dije que con José Calabuig se lo tomaron a guasa; no era para menos. Al explicárselo desperté sus sonrisas y su interés acerca de lo que quería. Luego, todo quedó en la anécdota de una conversación telefónica entre dos personas que se llaman José Calabuig.
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