Miércoles, día 15 de Noviembre
PARADOR DE CARMONA
La primera fue en Oromana, pero en esta ocasión allí estaba la selección española de fútbol y por ello nos trasladamos al Parador de Carmona. Había que frenar la crisis y a base de una enorme dosis de paciencia y por una causa que a algunos les ilusiona, que nada tiene que ver con intereses particulares y hasta bastardos, el agua no se desbordó y momentáneamente se recuperó el cauce, aunque la artificialidad de algunos tramos lo pueden mantener en permanente riego, aun aparentando ser más sólidos.
El silencio mantenido de forma forzada es un ejercicio que puede hacer daño al que lo practica y para algunos lo fue. Dejar algo en el tintero, como guardar cartas para el final y no sacarlas, tampoco sirve de mucho y así ocurrió.
Poseer la verdad y no reconocer la poca o mucha que tenga cada cual es un riesgo que mucho tiene que ver con lo enfermizo, pues andamos entre mortales.
Y la verdad es que nos volvimos a bajar los pantalones, de nuevo se nos vio el trasero a más de uno y aunque tratamos de cubrirlo con celofán en un Parador sólo conseguimos que el frío nos penetrase en nuestros paquetes glúteos, vulgarmente culo.
Aquí, como en pieza teatral, acto segundo, endésima escena, no ha pasado nada una vez concluida y hasta la próxima representación.
¡Qué año y ocho meses nos quedan!, después será eso, otro después. Y eso que dicen de que la paciencia tienen un límite; pues la nuestra se presenta con muchos más que uno.
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