domingo, 7 de mayo de 2023

UN AÑO ANTES DE LAS BODAS DE ORO

 


Miércoles, dia 13 de Febrero

A 102 días de las BODAS DE ORO.

(Continuación de la experiencia vivida en la Casa Rural de

Archidona)

            Con la marcha del “simpático” personajillo, desaparecieron los problemas (de momento) y se produjo la llegada escalonada del resto de la expedición. Clemente II con los suyos y la agregada palaciega, la doncella, Mamen, cargados hasta los topes de bebidas y viandas, fueron los siguientes, cuando la tarde era todavía tarde. Le siguieron Teo y Auxi, progenitores de la afamada bailaora “Laura” responsable en aquellos momentos de la perra de María, la cortesana e inteligente Cuca. 

 

            Antes del acontecimiento anterior, de la arribada de Clemente y Teo; Nosotros. los primeros en llegar, recomendados por el tal Joaquín (quizás, lo  único bueno que hizo el malandrín) comimos extraordinariamente en el Restaurante “Paneque”. Calidad y precio a destacar, servicio esmerado. Las migas, el gazpachuelo, los secretos, el conejo, el pescado, las respectivas guarniciones, los postres caseros etc., etc. todo lo que tomamos perfectamente cocinado y servido. El amplio comedor repleto de comensales, era señal inequívoca de buena fama en la zona. Ni nuestro Manolito podría competir con los archidoneros. El precio, a destacar, no llegó a 9 euros por persona. 

 

           Llegado el grupo sevillano, el integrado por Hermman, Mamen, Yaco y Lucas, alcanzamos el “cuórum” para la primera de las celebraciones del cumpleaños de Esther (33 tacos con todos sus avíos, incluida su preñez) No faltaron los cantos en español y en inglés del “Cumpleaños Feliz” con sus correspondientes ¡Hip, hip, hurra! finales.  Se repitió la jugada tantas veces como fue solicitada por los más pequeños, en especial por Emma. Al disponer de dos tartas, el encuentro se repetiría, a la misma hora y en el mismo sitio, al día siguiente. No faltaron, como complementos, el bizcocho de Auxi, los roscos de Rosa, los cafés, los güisquis (Permitido por la RALE) y otras chucherías. 

 

         Al caer la tarde llegaron Silvia y sus pequeños, Alejandra, Diego y Valentina. Emotivos y prolongados abrazos entre los primos. Solo por estos pequeños detalles, merecen la pena estas reuniones familiares en Casas Rurales. Aprovecho para hacer una rápida descripción de Fortuna de Villabuona, residencia escogida para pasar el fin de semana comprendido entre el 8 y el 10 de febrero. Es, en su conjunto, una buena y completa vivienda para una familia numerosísima como la nuestra (15 mayores y 10 menores) o para un gran grupo de amigos. Algo descuidada en lo relativo al mantenimiento, sobre todo en los exteriores de la vivienda. 9 dormitorios, muy desiguales. No hubo problemas a la hora de distribuir los mismos entre nosotros. Entre todos ellos, llama la atención el dormitorio de los menores con 10 literas, en dos alturas. En un principio todos querían ocupar las camas superiores, pero las serias prohibiciones  de los progenitores, mandaron al traste los deseos de estos. Dos colchones al suelo y todos a ras de la primera planta. Blancanieves hubiera hecho lo mismo con sus enanitos. Un amplísimo salón con completa cocina americana, grandes ventanales al exterior delantero y trasero, dos grandes mesas, sobras de sofás, bastantes sillas, lámparas de pie, mesitas, arcones, objetos de adorno y una tele de gran tamaño. Varias entradas. La principal con un pequeño descansillo y un importante y oportuno cuarto de aseo. A la izquierda un acogedor pequeño hall de paso entre la entrada y el gran salón con una escalera para subir a las habitaciones de arriba, espacio decorado con elementos del cine (fotos, carteles, etc.) y a la derecha varias habitaciones, entre ellas, la nuestra. En el exterior, trasera de la vivienda un espacio grande con las instalaciones de una buena barbacoa y unos “chislaus” veraniegos, una pista de tenis, algo abandonada, completan el dibujo exterior trasero. Delante, la piscina, una pequeña barra con su tirador de cervezas y dos botelleros. Frente a lo descrito, un pequeño apartamento con su dormitorio y aseo correspondiente. Otros detalles, por falta de interés, quedan guardados en el silencio escrito. 

 

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