Lunes, día 26 de junio
LA REVALORIZACIÓN DE LAS COSAS O LA SUERTE DE
LAS PERSONAS
Aquella
película de Paco Martínez Soria en la que de hortelano, dueño de un melonar que
nadie quería y cuando llega el “boom” de la construcción, se transforma en un
potentado, seguro que ha sido multitud de veces repetida en la vida real.
Nos
decía el otro día uno de estos, no sé si llamarle afortunado, ya que por su
forma de vida no lo parece, que cuando compraron la huerta que otros no la
quisieron, unos porque se encontraba muy cercana al pueblo y algunos porque
aquel trozo de tierra poco iba a producir. Sin embargo, trabajándola con muchos
sudores dio para vivir a una familia cada vez más numerosa y con el paso del
tiempo, en la actualidad, se ha convertido, al pasar a suelo urbanizable, en
una auténtica fortuna.
Muchas
parcelas salieron de ella y casi todas las tienen vendidas, con precios que
oscilan entre las quince y veinticinco mil pesetas el metro cuadrado. Algunas
de las cuales sirvieron para pagar al urbanizador y constructor, un antiguo
alcalde del pueblo, que después de urbanizar la huerta seguirá construyendo
viviendas en los solares que recibió; así como el 10 % de los solares para el
Ayuntamiento, como es preceptivo, pero en metálico. Lo que no evitará que sus
hijos, los del dueño, reciban también pingües beneficios.
¡La suerte de las personas!
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