Sábado, 8 de septiembre de 2018.
A 257 días de las BODAS DE ORO
VERSOS DE REBELIÓN
Señores, pese a quien pese,
y a pesar de los pesares,
yo, humano de poca monta
y amante de viejos bares,
me declaro gran poeta,
juglar, consagrado vate,
porque a mí me da la gana,
y me digno ser pedante,
ante tantos mangurrinos,
ejército de ignorantes,
dispuestos a consagrar,
por detrás y por delante,
a los poetas de ahora,
a los mostrencos parlantes,
que viven del viejo cuento,
con perrito que les ladre,
escribiendo peroratas,
poemas que a nada saben,
de versos inconsistentes,
carentes de raigambre,
de solera y de abolengo,
por pronto que se levanten.
Hoy me declaro poeta,
como el Lope y el Cervantes,
como el Lorca y el gran “Chespir”
y Machado, el caminante,
porque a mí me da la gana,
porque soy un pura sangre,
un escogido del cielo,
trovador de los de antes,
que abandona la modestia,
que no piensa en ser cobarde,
que versa lo que cavila,
lo que tiene por delante,
lo que, al pairo, se le enreda,
en su versado velamen.
como el Lorca y el gran “Chespir”
y Machado, el caminante,
porque a mí me da la gana,
porque soy un pura sangre,
un escogido del cielo,
trovador de los de antes,
que abandona la modestia,
que no piensa en ser cobarde,
que versa lo que cavila,
lo que tiene por delante,
lo que, al pairo, se le enreda,
en su versado velamen.
Mas, pasada calentura,
mala fiebre de elefante,
hoy me declaro poeta,
poeta insignificante,
de vuelta a la lucidez,
vaya mi Dios por delante,
que a Él le debo ventura,
poemas, rico equipaje,
que sin Él, nada sería,
que sin Él, hoy nada vale,
que mis sueños, sueños son,
aunque sueñe como un ángel,
que adora la poesía,
¡Con ello tengo bastante!
de vuelta a la lucidez,
vaya mi Dios por delante,
que a Él le debo ventura,
poemas, rico equipaje,
que sin Él, nada sería,
que sin Él, hoy nada vale,
que mis sueños, sueños son,
aunque sueñe como un ángel,
que adora la poesía,
¡Con ello tengo bastante!
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