Viernes, 7 de septiembre de 2018.
A 258 días de las BODAS DE ORO
Y LA BURRA AL VERDE O EL TONTO Y LA VEREA
No por mucho repetir una y un millar de veces, una mentira, como verdad, ésta se convertirá en verdad, verdadera. Aunque nos empeñemos en que una mentira sea verdad, y la repitamos cientos de veces, como verdad, ésta seguirá siendo una gorda mentira, por muy temprano que nos levantemos o por muy tarde que nos acostemos. Aunque las mentiras domeñen a las verdades, éstas seguirán siendo mentiras y las verdades, verdades. Y la burra seguirá tirando al verde, verde.
Dicen en mi pueblo y en otros muchos pueblos vecinos, que, cuando el tonto coge la verea, ni el tonto deja la verea, ni la verea, al tonto. ¡Qué verdad más verdadera, amigo del alma y del padecer, como burra o como tonto!
Y hoy por hoy, la burra catalana sigue tirando al verde, con más fuerza que nunca, ante la aquiescencia de los que mandan en España. Pretendiendo meternos gatos por liebres, mentiras por verdades, “puigdemones” a “granel”. Y el verde de la burra no se acaba, por mucho que coma la burra. Más come, más crece. Y los tontos de la verea independentista siguen, erre que erre, caminando, a sus anchas, por su verea, y la verea los recibe jubilosa con vítores, banderas y lazos amarillos. ¡Qué bonito, compadre del alma y del padecer!
Y me pregunto, ¿Cuánto tiempo tendremos que aguantar a la burra, al tonto y a su verea? Porque yo, si esto sigue igual, me borro de España o me alisto en el ejército de los que quieren que el señor Sánchez, el “ocupa”, los “eclesiásticos” y demás “mangurrinos, dejen de tocarnos las pelotas, o nos lleven a la ruina.
Cuando el tonto y la “verea” se encuentran…
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