sábado, 10 de septiembre de 2022

RETAZOS DE UN AÑO, 1989, DÍA A DÍA

                             Otro atrevimiento de cuando uno se encuentra ya en la propina de la vida y los recuerdos se amontonan como el grano, resistiéndose a quedar envueltos en el triste papel de celofán del ostracismo...

Domingo, día 1 de enero

                                                    MEJOR OLVIDAR

            No soy supersticioso porque eso trae mala suerte, ni gitano para desear no comenzar bien el año, pero de verdad que es una “coña” empezarlo de esta manera: febril, con una resaca no de juerga, con una tos que parece desgarrarte la garganta y con el cuerpo como si te hubieran dado una buena zurra.

            De todas formas el trancazo gripal ha evitado el posible e inevitable del fin de año y siempre motivado por el exceso de alcohol y la comida copiosa, sin olvidar la de la ritual euforia con el intento mental de enterrar lo funesto de otro año que ya no tenemos, porque se nos fue, y la ilusión y el deseo repetido de encontrar lo mejor en el que se nos viene encima.

            La superstición no es buena, aunque la enfermedad tampoco sirve de nada y lo del gitano tampoco me lo creo.




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