134 .- VÍSPERAS DE UNA GRAN DÍA
La víspera de un gran día
trae regustos de estreno,
racimos de hondos suspiros,
legiones de cosquilleos
y, en el correr de sus horas,
en el engullir del tiempo,
en corazones y mentes,
anidan desasosiegos,
y añoran, a ritmos locos,
mil olvidados recuerdos.
La víspera de un gran día
tiene de cielo y averno,
es dudosa oscuridad,
es brillo de audaz lucero,
es inquieta melodía,
es calma de mar serena,
y, en el correr de sus horas,
en el engullir del tiempo,
es proscrito zafarrancho
que siembra dichas y miedos,
avíos para descubrir
desconocidos senderos.
La víspera de una gran día
es portal de libro abierto,
con páginas para escribir
en muy cercanos momentos.
La víspera de una gran día
es papel que lleva el viento,
es ahogado suspiro,
es esperanza al acecho
y, en el correr de sus horas,
en el engullir del tiempo,
es garabato atrevido
moldeado con anhelos,
es amanecer y eclipse,
es ocaso y nacimiento.
La víspera de un gran día
es obligado suceso,
es antesala, es prólogo
de feliz acontecimiento
y, en el correr de sus horas,
en el engullir del tiempo,
el caprichoso destino,
ventajista y cicatero,
guarda sus mejores cartas
para imponer argumento
en un señalado día,
repleto de aires inciertos.
El Viso del Alcor, 11 de Septiembre de 2022
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