Entrega nº 43
LA CONCIENCIA DE PINOCHO,
PEPITO GRILLO
Creo
que todos llevamos en lo más interno de nuestro ser un “Pepito Grillo”, como la
voz de nuestra conciencia; por eso, cuando el escritor italiano Carlo Collodi
escribe su libro infantil de “Las Aventuras de Pinocho”, en 1883, en el que
Gepetto fabrica a este universal personaje de madera, al que le crecería la
nariz cuando mentía y que terminará convirtiéndose en un niño de carne y hueso,
le faltaba algo muy importante para completar su obra y que no era, ni más ni
menos, la existencia de otro personaje, la del grillo parlante, que aparecerá
en varios capítulos del texto original.
Un grillito que para la película de
Walt Disney sería diseñado por Ward Kimball, en un momento en que estaba
decepcionado porque gran parte de su labor de dibujante que realizara para la
película Blancanieves fue cortada para la versión final, planteándose incluso
el abandonar la factoría de Disney. Menos mal que este lo convenció para que se
quedara, dándole la tarea de diseñarlo y que se convertiría en el icono de la
conciencia de Pinocho.
Así nació Pepito Grillo, también
conocido anteriormente como Jiminy Cricket, versión del grillito parlante de
Collodi, personaje de ficción que acompañó en toda su aventura al muy célebre
Pinocho.
Pepito Grillo será el que ayuda a
Pinocho a distinguir entre el bien y el mal. Pero como es demasiado pequeño
este le hará poco caso; sin embargo, si se deja llevar por lo que le dice el Honrado
Juan y Polilla, lo que le mete en varios y tremendos líos, al igual que le
sucede con el titiritero Stromboli que le llega a secuestrar o con el Cochero
que casi le convierte en burro.
Pepito Grillo es sabio e inteligente.
Su chaqueta negra y su sombrero azul siempre le acompañan. Su objetivo
primordial es el de llevar a Pinocho por el buen camino y su ocupación es la de
convertirse en la conciencia de Pinocho. Viviendo en el hogar de Gepetto.
Quiere muchísimo al muñeco de madera y
cuando este tiene vida no es de extrañar que le dirija frases o palabras, como “Mi
lindo marioneta” o aquella otra de: “Lindo muñeco de pino, despierta a la vida
del destino”. Con diálogos tan enternecedores como cuando Pinocho es consciente
de su primer gran cambio y dice lleno de alegría:
- Me muevo y hablo.
- Sí, Pinocho, te han dado vida.
- Pero ¿Por qué?
- Porque esta noche Gepetto deseó un niño
vivo.
- Soy un niño de verdad.
- No, Pinocho, el que Gepetto sea feliz
depende de ti. Prueba que eres bueno, sincero y llegarás a ser un niño de
verdad.
- ¿De verdad?
- No será fácil.
O aquel otro cuando hablan acerca de
su conciencia:
- Deberás distinguir, Pinocho, entre el
bien y el mal.
- ¿Bien y el mal? ¿Y cómo sabré?
- Tu conciencia te lo dirá.
- ¿Qué es conciencia?
- ¿Qué es conciencia? Te lo diré. La
conciencia es esa débil voz interior que nadie escucha, por eso el mundo está
tan mal.
Para mí, Pepito Grillo es uno de los
personajes más entrañable de los dibujos animados.
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