Entrega 4. Escrito 7
¡ADIOS PODEMOS, ADIOS!
El
primer aldabonazo negativo lo han recibido hace tan solo un rato en las
elecciones celebradas en la Galicia de Feijoo y el país vasco de UrKullu. El
varapalo ha sido mayúsculo para las “huestes” del podemita Iglesias y deseo,
sin disimulos y sin ambages, su desaparición (ojalá acierte) de la vida política
española y, más temprano que tarde, deje de ocupar la vicepresidencia del
gobierno, cargo inmerecido otorgado por su amigo Sánchez y que, por supuesto,
le viene demasiado grande para sus pocos méritos y sus no muy buenas ideas.
Lamento que algunos españoles, cada vez menos, sigan “creyendo” en sus
mentiras, en sus triquiñuelas, en sus escapatorias, en sus comportamientos de
“salvador” y de “transformador” de la sociedad española, desde el CNI, desde la
Moncloa y desde su “choza” de Galapagar.
Mucho mejor seria, para España, que emigrara, con sus fieles acólitos, a
su querida Venezuela para ayudar a su amigo Maduro, en su tarea “evangelizadora
chavista” del pobre pueblo venezolano. Aunque me da que no renunciará al chollo
de sus emolumentos económicos actuales y mucho menos a su modestísima vivienda
de nuevo rico y de progre casta.
Al
mostrenco, en sus ratos libres que son muchos, le ha dado por meterse con la
prensa buena y con los comunicadores honrados (como el Sr. Vallés) y viene al
pelo el quijotesco dicho de “Con la “prensa”, Iglesias, hemos topado”. Y, al
tiempo, ilustra a sus congéneres del “desgobierno”, en especial a la muñeca
chochona, la Celá, para quitarle a la enseñanza concertada todas las
subvenciones y más todavía, con el mafioso mensaje, de todo para la pública,
¡Ay, manma mía, si toda la concertada, pegara el “cerrojazo”! El numerito sería
de aúpa y sus nefastas consecuencias fatales para esta España nuestra.
Y
¿Qué me dicen de la tarjetita chuscarrada de su “amiguita Dina? Uno tras otros,
van saliendo de su chistera de fatuo prestidigitador, asuntillos, asuntos y
asuntazos, nada beneficiosos para España.
Termino, Iglesias y Montero, con el obsesivo deseo, de que, en las
próximas elecciones por venir, los resultados de vuestro “grupo” UP se
“upericen” negativamente y, con ello, desaparezcan mis cuitas y mis
desconsuelos presentes. Y si ello no ocurriera y llegarais (cosa improbable y
no deseada) a lo más alto de poder, olvidad a este octogenario jubilado, abuelo
de 7 nietos estupendos, dueño y señor de aciertos y fiascos, como todo mortal.
¡Hasta la próxima sr. Iglesias! ¡Saludos a su amigo Echenique!
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