lunes, 22 de octubre de 2018

Al rescate de Calabuig 2



Lunes, 13 de agosto de 2018
A 283 días …

UN INESPERADO ENCUENTRO EN ROTA.

     Seguimos con la Primitiva, con la misma mala fortuna de siempre. El fondo de la misma casi toca fondo. A tiro pasado parece fácil que toque, pero la tozuda realidad demuestra lo contrario. Lo único positivo que estoy sacando de la obligación de echarla todos los lunes, es el paseo a pie desde casa al estanco donde se depositan los boletos y, al tiempo, el comprar churros para el desayuno.

     La bajada a la playa, complemento gratuito a nuestra estancia en Costa Ballena, es tarea casi de obligado cumplimiento por parte de todos y después de la reparadora ducha que sigue al regreso de la playa, se confirman los beneficios de la cotidiana actividad.

     No es necesario alabar la cualidades culinarias de la Rosa y de su pinche, este escribano. Hoy degustamos una rica lasaña de carne picada y verduras, alabada  por todos nosotros. El gazpacho o salmorejo (un poco de ambos) complementó, con acierto  ser el plato estrella  del día.

     Por la tarde, desplazamiento a Rota para solucionar definitivamente el tema de los mandos de entrada  y salida de los garajes. Sorpresa inesperada. En las proximidades del  aparcamiento, una llamada  a viva voz, procedentes de un personaje muy conocido, Diego, nuestro sobrino, con toda su familia, Flori, Blanca, Mamen, Carmen, Paco y su mujer actual. Solucionado el tema de los mandos, nos invitan a tomar unas copas con ellos.

     En amena charla se nos pasó rápidamente el tiempo, recordamos tiempos pasados y no dejamos de reírnos con las ocurrencias de Paco, al que encontré muy bien.  Anécdotas, vivencias y demás ocurrencias compusieron el meollo de la entretenida conversación y, como siempre que se está pasando bien, recordamos a los ausentes queridos.

     Regreso a casa, cena y especial protagonismo de los más peques, Ángel y Emma, hasta la hora de escoger el camino de las camas.



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