SE
ME MUERE EL ALMA
Surcos de monotonías,
atraviesan
mi rota alma,
senderos
que grabó el tiempo
en
monótonas mañanas,
con
buriles acerados
y
gubias de negra plata.
Hoy,
los vientos azotaron,
con
furia de albas desganas,
los
rincones más oscuros
de
mi quebrada vieja alma,
produciéndole
quebranto,
dolores
y ciega rabia.
Mi alma se va rompiendo,
se
va muriendo, mi alma,
como
se rompe la vida,
como
se muere la nada,
por
los golpes recibidos,
por
las locas bofetadas
que,
el caprichoso destino,
sobre
su espalda, descarga.
Mi alma reposa desnuda,
con
mil heridas marcadas
sobre
su etérea piel,
sobre
su frágil coraza,
perdida
en la oscura noche
de
las fieras dentelladas,
de
los cuchillos hambrientos,
de
las sedientas navajas.
Hoy, mi alma se está muriendo.
¡Pobre
de mi pobre alma!
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