SÓLO ME QUEDA LA PALABRA
¡Bendita seas, palabra,
escrita,
hablada o pensada!
¡Bendita tú siempre seas,
sonora
o silente dama!
Podrá el tirano cortar,
con
intenciones macabra,
las
lenguas de los humanos,
para
matar las palabras.
Pobre
del necio tirano,
ignorante
tarambana,
incapaz
de comprender,
por
la estrechez de su alma,
la
sacra inmortalidad
de
que gozan las palabras,
en
sus tenaces formatos,
de
escrita, hablada y pensada.
Podrá el avaro comprar,
con
sus monedas de plata,
las
lenguas de los humanos,
para
acallar sus palabras.
Loco
es el mísero avaro,
dueño
de todo y de nada,
alejado
de entender,
con
su miserable caspa,
que
las palabras son dueñas
de
sus cuerpos, de sus almas,
y
de su triple ropaje
de
escrita, hablada o pensada.
Podrán
los hombres pensar,
con
su mentes de hojalata,
que
con tantos adelantos,
poco
sirven las palabras.
Lástima
del frágil hombre,
que
en la modernidad, vaga,
sin
fuerzas para aprender
las
verdades más humanas.,
Nada,
ni nadie podrá,
desterrarlas
a la nada,
porque
todo en esta vida
esta
hecho con palabras.
¡Bendita seas, palabra,
escrita,
hablada o pensada!
¡Bendita tú siempre seas,
sonora
o silente dama!
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