SILBO Y BESOS
Ayer, le robé a los vientos
un
silbo de enamorado
que,
junto a sonoros besos,
lo
tengo yo bien guardado,
para
una bella mujer
que
el corazón me ha robado.
El silbo se hizo mayor,
en
mi boca fue granando,
robándole
caras notas
a
los besos de mis labios.
Los
besos que yo guardaba
en
mis labios se han secado,
dicen
que la causa fue,
las
notas que le robaron.
El silbo, de amores lleno,
se
mantiene bien callado,
guarda
las robadas notas
por
miedo a ser castigado.
El
silbo, de dudas lleno,
vive
muy apesadumbrado,
no
encuentra manera, ni hora
para
devolver lo hurtado.
Y mientras esto ocurría,
el
tiempo siguió danzando,
y
la mujer de mis sueños
de
mi lado se ha marchado,
dejándome
triste y solo,
con
un silbo enamorado,
con
unos marchitos besos
y
un corazón destrozado.
¡Qué
nadie taña campanas,
qué
nadie sea culpado!
Sólo
un necio como yo,
merece
ser castigado,
por
robar un pobre silbo,
por
estar siempre soñando,
por
dejar morir mis besos,
por
ser con ellos, avaro,
y
por dejar escapar,
entre
suspiros y llantos,
a
la mujer que más quise,
a
la que yo sigo amando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario