lunes, 12 de marzo de 2012

Versos a una musa

MUSA

Musa, ¿Dónde tú te escondes
cuando más te necesito?

Te busco en mudos silencios
de viejos y sabios libros,
en mágica compañía
de olorosos buenos vinos
y en parloteos amenos
con mis mejores amigos.

Musa, ¿Si corazón tienes?
No me tengas afligido.

Te llamo desesperado
con rayos de voz en grito,
como árbol desgajado
del más nutritivo limo
y cansado rondador
de unos mediocres escritos.

Musa, ¿Si en soledad vives?
Aquí me tienes rendido.

No me importa ser tu amante
en parco amor compartido.
Quiero dejar de sufrir
tantos despechos y olvidos
y arrancar de mis adentros
poemas de versos vivos.

Musa, ¿Si tú, escribir sabes?
Inventa versos conmigo.

Ayúdame a componer
poema comprometido,
con aromas de deleite
al más noble y puro estilo
de aquellos grandes poetas
que en el mundo han existido.
Musa, te sigo esperando
en un tortuoso camino
de incomprensiones altivas
y desvelos conocidos.
En un kilómetro cero,
lugar de versos dormidos,
esperando luminarias,
enemigas del olvido,
que sueñan con abrir puertas
a poemas no nacidos.

¿Si real es tu existencia?
Musa, sigue en tu escondrijo,
que yo, amo de mis flaquezas,
buscaré nuevos caminos.
Sin rendirme aceptaré
el incruento desafío
de escribir breves poemas,
mar de versos esculpidos
con nacidos sentimientos
en los alcores de El Viso.

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