domingo, 13 de noviembre de 2011

Versos disparatados

RETABLO DE MARAVILLAS

En mi viejo retablillo,
retablo de tierno pan,
guardo yo las maravillas,
difíciles de guardar.

Guardo en él, un cancionero,
con canciones de cristal,
escritas en pentagramas
invisibles, de verdad,
con notas de espuma rosa,
cogidas en alta mar.

Guardo también muchos sueños
que nunca llegué a soñar,
unos, porque no existieron
otros, hijos de papa,
porque llevaban los cuernos
que le donó Satanás.

Guardo todas mis mentiras,
envueltas en celofán,
para que no se conviertan,
con el paso de la edad,
en verdades como puños,
puñeteras, a cual más.

Guardo, tras sus cortinillas,
personajillos de acá,
de los que roban y roban,
hasta las migas de pan,
y después, los santurrones,
quieren verse en un altar,
y otros, vestidos de hombre,
con aires de principal,
“Que si te vi, no me acuerdo”,
y a brindar con buen champán.

Guardo valores y miedos
en cajas de mazapán,
risas y llantos profundos,
en estuches de cristal,
amores y desamores,
en frasquitos de azafrán,
oro y caca de la vaca,
en un arca de metal,
y mil cosas de la vida ,
de mentira y de verdad.

Es mi retablo pequeño
un arcón monumental,
donde, casi nada cabe,
sólo el mundo, y nada más.
Es mi viejo retablillo,
retablo loco de atar,
es el de las maravillas,
el de Cervantes, ¡Verdad!

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