LAS PRIMERAS LLUVIAS DE OTOÑO
Las primas lluvias de otoño
siempre me traen nostalgias,
que no consigo entender,
que turban mi frágil alma.
Como perro sin olfato,
vago buscando la nada,
como marino sin barco,
me rompo en la mar soñada,
como andante sin camino
me pierdo en seca cañada
y, entre dudas, voy sorbiendo
esta angustia que me mata.
Como niño abandonado,
busco una madre prestada,
como borracho patético,
bebo mis amargas lágrimas,
como poeta lunático,
no confío en las palabras
y, de mis miedos, me guardo
bajo un raído paraguas,
hecho con viejos retales
de insómnicas madrugadas.
Y entre las gotas de lluvia
busco un rayo de esperanza,
un Dios que nunca responde
a mi egoísta llamada,
que me libere, ya mismo,
de mis absurdas nostalgias,
que las lluvias otoñales
vierten en mi frágil alma.
El teatro TOTAL.
Hace 1 mes
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