VUELVE MAÑANA
¿Dónde estás, temida muerte?
Quebradiza telaraña,
terror del genero humano,
insobornable guadaña,
rencorosa damisela,
exterminadora dama,
enemiga del vivir,
antesala de la nada,
universal pesadilla,
meta jamás deseada,
desconocida viajera,
verdad siempre denostada,
inventora de los lutos,
jugadora de ventaja,
sombra negra, negra sombra,
abominable desgracia,
para decirte bajiito,
para implorarte, gran dama,
que no me busques ahora,
que ayer, yo perdí mi alma,
en una desgraciada hora,
mientras mis ojos miraban
unos bellos ojos verdes,
con fulgores de esmeralda.
Y no sé donde se encuentra,
ni por donde, errante, vaga.
Y no quiero verla muerta,
ni envuelta en sábana blanca,
sudario que tú empleas,
para envolver a las almas,
que andan por los caminos,
locamente enamoradas.
Y no quiero verla muerta,
mucho menos, condenada,
por haberse enamorado
de dos bellas esmeraldas,
que sólo pudo rozar
con una tenue mirada,
sin saber que aquellos ojos,
eran de mujer casada.
Olvídame, negra muerte,
hasta que encuentre mi alma.
Déjame que hable con ella
y vuelve a por mí, mañana,
y para que tú me creas,
te fíes de mi palabra
y sepas que no te engaño,
te repetiré mañana
y los día venideros:
vuelve a por mí, mañana.
El teatro TOTAL.
Hace 1 mes
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