domingo, 23 de octubre de 2011

Versos de nunca jamás

NUNCA

Yo nunca podré aceptar,
aunque lo digan los cuerdos,
los juristas más famosos,
los más egregios talentos,
los reyes y sus leales,
los exultantes gobiernos,
las grandes universidades,
el alcalde de mi pueblo,
el sabio de pacotilla
o mi amigo, el gran barbero,
que el mar, ese gran tesoro,
necesite tener dueño,
que sus brisas, que sus vientos,
que sus salinas arenas,
que sus brillos y reflejos,
que sus olas y mareas,
sirvan para mercadeo.
Y al que piense lo contrario,
le den castigo severo,
no le dejen disfrutar
de los paseos playeros,
de los ocasos del sol,
de los baños veraniegos,
de las caricias del mar,
de sus abrazos y besos
y de otras muchas cosas
que me guardo en el tintero.

Yo nunca podré aceptar,
aunque lo digan los clérigos,
los afamados teólogos,
los sabios del universo,
los príncipes y sus damas,
el Papa y sus camarlengos,
las mejores Academias,
el maestro de mi pueblo,
Perico el de los palotes
o mi amigo, el tabernero,
que el cielo, ese gran enigma,
tiene que tener un dueño,
que su belleza y encanto,
que sus más caros secretos,
que su celeste color,
que la luna de los versos,
que su sol y sus estrellas,
nunca jamás serán nuestros.
Y al que piense lo contrario,
le den castigo severo,
no le dejen disfrutar,
de un arco iris de ensueño,
de amaneceres y ocasos,
de un hermoso firmamento,
de los cantos a la luna,
del soñar y de los sueños,
de volar como las aves,
de las plegarias y rezos,
y de otras muchas cosas,
que me guardo en el tintero.

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