EL VIAJE A LA NADA
Si tras de segura muerte,
sólo nos queda la Nada,
¿Para qué haber vivido,
si en la Nada, todo acaba?
En los libros del saber,
la Nada es eterna Nada,
Nada fue en el pasado
y Nada será mañana.
Saben muy bien lo que hacer,
los porteros de la Nada,
cuando los ricos se acercan
a sus ignotas portadas,
de puertas para pasar
y jamás de retornada,
vigilan siempre con celo,
no se les escapa nada,
no dejan pasar caudales,
ni poder, ni honor, ni fama,
ni riquezas, ni oropeles,
ni la más pequeña arma.
Saben muy bien lo que hacer,
los porteros de la Nada,
cuando los pobres se acercan,
sin nada, a sus entradas,
allí, les quitan el hambre,
la tristeza y la ignorancia,
las miserias y la mugre,
la pobreza de sus almas,
allí, a todos, los liberan
de la esclavitud humana,
de la opresión, del castigo,
impuestos por el canalla.
Si la Nada fuera así,
como estos versos la cantan,
los ricos y poderosos
la odiarían con gran saña,
huirían despavoridos,
tratarían de comprarla,
mientras, los pobres bien pobres,
poseedores de nada,
la esperarían gozosos,
celebrando su arribada.
Al leer este poema,
no olvide, amigo del alma,
que este juego del rimar,
es pasajero y no mata,
que fue sueño del poeta,
que fueron sólo palabras
que, seguro, han de morir
a las puertas de una Nada.
El teatro TOTAL.
Hace 1 mes
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